Cuando se lastima en un sitio de construcción o en cualquier trabajo, el dolor físico es solo el comienzo. Inmediatamente, las preocupaciones comienzan a inundar su mente.
¿Cómo voy a pagarle al doctor? ¿Y las cuentas del hospital? ¿Cómo puedo pagar un abogado si ni siquiera puedo trabajar? Estos miedos son reales y válidos. Pero queremos que escuche esto alto y claro: Su derecho a la seguridad y la justicia no depende del dinero que tenga en su cuenta bancaria.
El mayor miedo: Pagar por un abogado
Mucha gente cree que necesita pagarle a un abogado miles de dólares solo para obtener ayuda. Esto no es cierto para los casos de lesiones personales en Nueva York. Los buenos abogados de lesiones trabajan con algo llamado tarifa de contingencia.
Esta es una promesa simple: Usted solo le paga al abogado si él gana dinero para usted.
Vamos a explicarlo en detalle:
* Sin costo inicial: No paga nada para iniciar su caso.
* El abogado asume el riesgo: El bufete de abogados paga los costos de preparar su caso. Ellos apuestan a su capacidad de ganar por usted.
* El pago es un porcentaje:** Si el abogado gana su caso, recibe un porcentaje del dinero que le otorgan. Esto se acuerda desde el principio.
* Si no gana, no paga nada: Si su caso no tiene éxito, no le debe nada al abogado por su tiempo y trabajo.
Este sistema fue creado por una razón: para asegurar que todos tengan una oportunidad justa de obtener justicia, no solo los ricos y poderosos. Nivela el campo de juego. Las grandes compañías de seguros tienen equipos de abogados. Una tarifa de contingencia le permite a usted tener también un abogado dedicado a su lado.
¿Y las cuentas médicas?
Su salud es lo más importante. Después de un accidente de trabajo, sus cuentas médicas deben ser cubiertas por el seguro de compensación para trabajadores (workers’ compensation). Usted no debería tener que pagar estos costos de su propio bolsillo. Un abogado con experiencia puede ayudar a asegurar que la compañía de seguros haga lo que se supone que debe hacer.
Su único trabajo debería ser descansar y recuperarse. Deje que otra persona se encargue de la pelea con las compañías de seguros.
Su estatus migratorio no cambia estos derechos. Su seguridad y su salud están protegidas por la ley de Nueva York. No deje que el miedo le impida obtener la ayuda y la justicia que merece.
Si esta situación le resulta familiar, nuestra familia en Helen Dalton está aquí para ayudar a la suya. Programe una llamada gratuita y confidencial con nuestro equipo para entender sus opciones. Hablamos español y estamos listos para escuchar.