Sr. C

El Sr. C., un obrero que sufrió un horrible accidente en la construcción.

El Sr. C. recibió una compensación de siete dígitos, el triple de lo que la compañía de seguros ofreció inicialmente.

El Sr. C., un neoyorquino de ascendencia puertorriqueña, trabajaba para una empresa de demolición contratada para vaciar un espacio para un negocio comercial entrante. No era la primera demolición del Sr. C., pero sí sería la última.

Mientras el Sr. C. trabajaba en el nivel del sótano de un hueco de ascensor, otra empresa estaba trabajando en el mismo hueco de ascensor, cuatro pisos arriba. El equipo arriba de él estaba utilizando la herramienta incorrecta para el trabajo. Sin previo aviso, un martillo de diez libras cayó y golpeó al Sr. C. en el hombro y el antebrazo.

El daño físico al antebrazo del Sr. C. fue extenso. Requirió numerosas cirugías para reparar el daño. El dolor y el sufrimiento se vieron agravados por los injertos de piel necesarios para cerrar la gran herida en su brazo.

Después de pasar semanas en el hospital y someterse a varias intervenciones quirúrgicas, el Sr. C. fue dado de alta del hospital. Su primera parada fue en Helen F. Dalton y Associates, P.C. para obtener representación legal.

Con múltiples demandados compartiendo la defensa y echando la responsabilidad como una papa caliente, el litigio no sería nada fácil. Pero Helen Dalton y su equipo estaban, como siempre, a la altura del desafío. Desde el litigio hasta la mediación, e incluso llegar al juicio, nada estaba fuera de la mesa. Finalmente, Helen F. Dalton pudo obtener más del triple de lo que las compañías de seguros estaban ofreciendo al Sr. C. para resolver su reclamación.